Por: Marilyn Ventura
Hay mucha tela que cortar y mucho por analizar. La primera versión de Dominicana`s Got Talent nos deja grandes reflexiones.
Una de ellas es que las cosas no siempre deben ir como esperamos y que el público, en este caso, es totalmente impredecible.
Y no es que esté mal que “Babyrotty” ganara el primer lugar de la primera edición de la franquicia internacional, para nada, nos parece justo y muy acertado; de hecho muchos apostaban a él.
Sin embargo notamos como al tener el público la oportunidad de votar cometía muchos errores. Una cosa es conocer de arte y de buenas puestas en escena y otra muy diferente votar con el corazón.
Francisco Amaury Campusano, mejor conocido como Babyrotty, tiene a cuestas una historia muy poderosa y conmovedora y eso siempre ha tenido efectos secundarios en un pueblo noble como este.
Esa misma potencia la tiene en su mágica voz, con la que puede desdoblarse por completo y hacer una interpretación impecable de cualquier canción; en opera es sencillamente impresionante.
Babyrotty se llevó los aplausos del público pero también tres millones de pesos y un vehículo cero kilómetros. Quedó agarradito de las manos con un colectivo que a nuestro juicio no merecía estar ahí: Yucahú de Puerto Plata
El niño ópera como suelen llamarle, participó en la final con Evaristo Marte,uno de mis favoritos, Loraine Garrido, Aura Estrella, Miguel Ángel Soul, los músicos Yucahú Band y Samira Tavárez y los grupos de bailes Da Republik Jr., Royalty Dance Crew y Ballet Ópera, los tres con participaciones extraordinarias.
