Quienes me conocen saben que tengo dos hijas maravillosas, bellas e inteligentes. Samantha de siete años, sensible, amante de los animales y Suseth de once, defensora del Ambiente como nadie de su edad, dos "personajitos" diferentes de los que cada día, aprendo mucho.
El pasado domingo en el cine, por cierto, muy caro en todo el sentido de la palabra, (pero ese será otro tema), acudimos a la proyección de Isla de Plástico y en nuestra sala, contadas, con unos cuatro niños incluidos, sólo estábamos unas trece personas, que contrarrestaban de forma llamativa, con las largas filas producidas para ver Maléfica y Joker ( que también quiero ver).
Podría aprovechar para hablarles del contenido de esta propuesta de Nashla Bogaert y José María Cabral, pero es necesaria ir a verla.
La realidad del uso de plástico en el país y su manejo, debe preocuparnos a todos. Suseth salió de la sala con la cara rojita llena de lágrimas y aunque quise consolarla, no pude.
Fue muy impactante ver esta realidad, muy triste y desgarradora. Me dijo: "Mami hay que llevar este documental a todas las escuelas a todas partes para que lo vean".
A penas tiene once y yo casi 50....