Mientras Secreto cantaba en la discoteca “Forty Forty”, propiedad del beisbolista David Ortiz, el deportista le regaló su “bling bling” personal, el cual traía como una de sus prendas esa noche.
“Él estaba junto a un coro de beisbolistas, entre los que pude ver a Anderson Hernández, Octavio Dotel y Bonifacio, del Licey; canté el tema “Toy killao” y cuando terminé él se acercó a mí con una mano llena de dinero y me dijo: - ¡si me cantas esa canción te voy a hacer un regalo!